Estas fases pueden ser exigentes, pero he encontrado que el yoga es un aliado amable, siempre allí cuando necesito un lugar tranquilo para mí. Incluso ahora, a fines de los 40 años, mientras enfrento la perimenopausia, regularmente encuentro consuelo en mi colchoneta. El yoga me ayuda al facilitar la incomodidad física, estabilizar mi estado de ánimo y promover el equilibrio emocional.
¿Qué es la perimenopausia?
La perimenopausia es una etapa natural pero desafiante de la vida. Es la transición que conduce a la menopausia, durante la cual el cuerpo de una mujer produce gradualmente menos estrógeno. Esta fase puede comenzar varios años antes de la menopausia y está marcada por síntomas como ciclos menstruales irregulares, sofocos, cambios de humor, alteraciones del sueño y cambios en la libido. La perimenopausia generalmente comienza en los años 40 de una mujer, pero puede comenzar a finales de los años 20. Continúa hasta la menopausia, que se define por 12 meses consecutivos sin menstruación.
Lo que el yoga puede hacer por ti
El yoga ofrece una forma suave y efectiva de navegar estos cambios, proporcionando alivio físico y comodidad emocional. A través de la práctica regular, podemos encontrar fuerza, equilibrio y un sentido renovado de sí mismo, transformando este período en un momento de crecimiento y autodescubrimiento. Para mí, los aspectos más desafiantes de la perimenopausia son los sudores nocturnos y los cambios de humor. Ha habido momentos en los que me he sentido al borde de las lágrimas o quise gritar, pero pisando mi colchoneta y sosteniendo un Parada de cabeza ha sido increíblemente relajante.
Yoga para síntomas de perimenopausia
Estas posturas y técnicas de yoga me han ayudado a manejar algunos de los síntomas de la perimenopausia:
1. Equilibrando hormonas: Poses como el puente compatible (setu bandhasana) y Legs-Up-the-Wall (Viparita Karani) Ayude a regular las hormonas estimulando el sistema endocrino, que puede aliviar los síntomas como cambios de humor, fatiga y estrés.
2. Reducción de sofocos: La respiración de enfriamiento (Sheetali Pranayama) calma el sistema nervioso, reduciendo la intensidad y la frecuencia de los sofocos. Utilizo esta técnica para manejar sudores nocturnos, especialmente cuando me despierto empapado de sudor.
3. Mejora del estado de ánimo: Mindfulness y prácticas de relajación, como Pose del niño (Balasana) y Pose del cadáver (Savasana), ayuda a reducir el estrés y elevar el estado de ánimo.
4. Mejora del sueño: Técnicas suaves de yoga y relajación profunda, como el yoga nidra, promover mejor dormir e insomnio de combate. Yoga Nidra, una técnica de meditación que mentir, ayuda a lograr un estado profundo de relajación, especialmente útil durante la fase premenstrual cuando las hormonas fluctúan.
5. Mantener la aptitud física: Secuencias dinámicas como Salutaciones del sol (Surya Namaskar) Mantenga el cuerpo fuerte y flexible, contrarrestando los cambios físicos.
Abrazando el cambio con el yoga
El yoga proporciona un santuario, ofreciendo equilibrio y paz en medio de la tormenta de perimenopausia. Las prácticas profundas de respiración y atención plena inherentes al yoga ayudan a calmar mi mente, reducir la ansiedad y estabilizar los cambios de humor. En los días en que la turbulencia emocional se siente abrumadora, el tiempo dedicado a mi alfombra me permite volver a conectarme con mi ser interior, trayendo claridad y paz.
Recuerde, el yoga es una herramienta de apoyo, no una cura. Si sus síntomas son graves, consulte a su médico de cabecera o busque un especialista que pueda guiarlo a través de estos cambios. Comprometerse con mujeres mayores que han experimentado estos síntomas también puede proporcionar información valiosa. Usted no está solo.