Cuando practicas yoga, concentrar tu atención en atributos físicos específicos de tus posturas puede mejorar tu conciencia de la conexión de tu cuerpo con tu mente y tu espíritu. A continuación, exploraremos cómo se pueden utilizar cuatro posturas y sus mantras correspondientes para cultivar nuestra gratitud por la fuerza, el equilibrio, la apertura y la libertad.
Mantente fuerte: Diosa (Utkata Konasana)
Mantra: Soy fuerte
Agradecimiento: Estoy agradecido por este cuerpo, que me lleva a donde necesito ir.
La postura amplia de la diosa te lleva a un lugar de estabilidad y poder. El calor en tus muslos ofrece evidencia física de que te estás volviendo más fuerte . Mantente activa desde las puntas de los dedos hasta los arcos de los pies para involucrar cada parte de tu cuerpo. Levanta la mirada, los brazos y los talones hacia la luz como un loto que se levanta del barro. Quédate un poco más de lo que te gustaría para practicar la respiración a través de la incomodidad.
Mantén el equilibrio: Bailarina (Natarajasana)
Mantra: Estoy equilibrado
Agradecimiento: Estoy agradecido por las prácticas que aportan equilibrio a mi vida.
Pararse sobre una pierna, como en la postura del bailarín , requiere un equilibrio entre esfuerzo y facilidad . Si se vuelve demasiado rígido o demasiado relajado, es más probable que se caiga. Encuentre la combinación perfecta y su pierna arraigada le brindará la estabilidad para expandir la expresión de la pierna y los brazos levantados. Si el equilibrio es una lucha, recuerde que, como todo lo demás, es una práctica. Está bien caerse porque puede volver a levantarse para intentarlo de nuevo.
Abre tu corazón: estocada creciente (Anjaneyasana)
Mantra: Estoy abierto
Agradecimiento: Agradezco las experiencias y personas que me abren el corazón al mundo.
El cuello de texto es el nombre que recibe la postura inclinada hacia adelante que tan a menudo adoptamos cuando nos desplazamos por la pantalla. Hay todo tipo de actividades habituales que nos colocan en una posición encorvada: escribir a máquina, conducir, proteger nuestros frágiles corazones. Una postura de yoga como Anjaneyasana requiere apertura, vulnerabilidad, voluntad de experimentar todas las alegrías (y sí, posiblemente también algunas tristezas) que la vida tiene para ofrecer. Abre tu corazón y levanta el pecho y la cara hacia la luz para abrazar más plenamente el momento presente.
Tomar vuelo: Cuervo (Kakasana)
Mantra: Soy libre
Agradecimiento: Estoy agradecido por mis libertades y mi capacidad de usarlas para ayudar a otros.
Cuando combinas fuerza, equilibrio y apertura a nuevas experiencias, estás listo para volar. Puedes tener todos los requisitos físicos para una postura como la del Cuervo , pero hasta que no estés listo para arriesgarte a fracasar, no tendrás la oportunidad de triunfar. Aprender a mantener el equilibrio sobre las manos te permite ampliar tu concepción de lo que es posible. La libertad de levantar los pies del suelo te permite soñar en grande, ignorar las limitaciones y ayudar a otros a hacer lo mismo.