El yoga es una práctica que combina cuerpo y mente, lo que significa que ofrece un enfoque holístico e integrado para la salud física y mental. Los principales beneficios físicos del yoga, que incluyen una mayor fuerza , flexibilidad y equilibrio , reciben mucha atención, pero sus beneficios mentales son igualmente poderosos. Algunos ejemplos de cómo el yoga puede afectar positivamente la salud mental son:
- Las asanas de yoga y el pranayama (control de la respiración) reducen el estrés a través de la regulación hormonal.
- Considerar el yoga como una meditación en movimiento le da a tu cerebro un descanso.
- Se ha demostrado que las actividades comunitarias, como las clases grupales de yoga, mejoran el estado de ánimo e incluso promueven la longevidad.
- Perseverar en algo difícil y mejorar con el tiempo fomenta una mentalidad de crecimiento, que anima a nuestros cerebros a estar más abiertos al aprendizaje, al cambio y al crecimiento.
Estos beneficios mentales en combinación con el estiramiento y fortalecimiento físico significan que una práctica de yoga a largo plazo es una forma poderosa de mejorar su calidad de vida.
Tenemos química
El ejercicio ayuda al cuerpo a procesar las hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol, y también estimula la producción de endorfinas que nos hacen sentir bien. Esto significa que después del ejercicio, la composición química del cuerpo tiende más a la satisfacción y la calma que antes. Es posible que hayas experimentado esta sensación después de correr o de una clase de yoga intensa.
El yoga se centra en la respiración y te proporciona más herramientas que ayudan a regular la respuesta del cuerpo al estrés. Uno de los síntomas del estrés es la respiración rápida, que forma parte de la respuesta de lucha o huida que intensifica los instintos del cuerpo para enfrentarse al peligro o huir. Sin embargo, la mayoría de los factores estresantes que encontramos en la vida moderna no requieren una respuesta física, por lo que es útil poder enviarle señales al cuerpo para que se relaje. El yoga nos enseña a ser conscientes de los cambios en nuestra respiración y a controlarla para fines específicos. Disminuir deliberadamente la velocidad de la respiración permite que el cuerpo sepa que está a salvo.
Ha llegado a nuestro conocimiento
El yoga también ayuda a controlar el estrés, ya que permite que el cerebro descanse de su actividad constante. Gran parte de nuestra ansiedad se genera al preocuparnos por lo que podría salir mal en el futuro o al fijarnos en lo que salió mal en el pasado. El yoga nos ancla en el momento presente al animarnos a centrar nuestra atención en las sensaciones físicas actuales y en la respiración. Esto convierte las asanas en una meditación en movimiento.
Asistir a clases de yoga ayuda a facilitar estos descansos cerebrales. Al principio, el simple hecho de procesar las instrucciones verbales del profesor y traducirlas en movimientos físicos en el cuerpo puede ocupar toda tu atención durante la clase de yoga, sin dejar espacio para pensamientos externos. A medida que sigas practicando y tu cuerpo se acostumbre más a adoptar las formas básicas de las posturas, aprenderás a concentrarte en afinar tu alineación .
Siempre hay nuevas sensaciones que notar y formas de seguir desafiándote, para que el yoga no se vuelva aburrido. Sigue requiriendo toda tu atención. Incluso después de años de práctica, el hábito de concentrarte en tu respiración y tu cuerpo durante el yoga sigue siendo una forma confiable de tomarte un tiempo libre de tu mente mono.
Poder comunitario
Un beneficio mental del yoga que a menudo se pasa por alto es que ofrece a las personas la oportunidad de unirse en comunidad . Ser parte de una comunidad reafirma nuestro lugar en el mundo, actúa como una red de seguridad en tiempos difíciles y magnifica nuestra alegría en los buenos.
En la edad adulta, puede resultar difícil encontrar comunidades, pero hacer yoga juntos llena ese vacío. Ser un asiduo a las clases de yoga te permite construir relaciones duraderas con tus profesores y compañeros de clase. El yoga es especialmente adecuado para crear vínculos porque todos están allí para hacer algo desafiante, lo que los hace sentir un poco vulnerables. Recibir apoyo de la persona que está en la colchoneta de al lado, aunque sea simplemente en forma de respirar juntos, nos hace sentir conectados y valorados. Se ha demostrado que la participación en actividades comunitarias genera una sensación de bienestar e incluso contribuye a la longevidad.
Desarrolla tu mentalidad
El yoga también es muy eficaz para promover lo que los educadores llaman mentalidad de crecimiento. Una mentalidad fija en la que el miedo al fracaso provoca estancamiento y limita la capacidad de cambiar y mejorar. El yoga te enseña a experimentar el fracaso como parte del proceso de crecimiento, en lugar de como un referéndum sobre tu valía como ser humano. El fracaso en la esterilla de yoga ocurre pronto y con frecuencia, mientras tu cuerpo intenta asimilar nuevas habilidades. Este escenario de bajo riesgo para el fracaso es una valiosa herramienta de aprendizaje, que demuestra que, si dedicamos tiempo y esfuerzo, todos podemos hacer cosas difíciles.
Todo está en tu cabeza
Si bien es posible experimentar los beneficios para la salud mental del ejercicio, la meditación, la comunidad y una mentalidad de crecimiento de muchas maneras diferentes, el yoga es único porque los reúne a todos, ¡y eso sin contar siquiera sus beneficios físicos! El yoga es realmente una práctica que involucra a todo el cuerpo y todo el cuerpo incluye el cerebro.